jueves, 9 de julio de 2015

SECRETOS DE LA PESCA EN SUPERFICIE

TEXTO Y FOTOS: Albert Soriano

Antes de nada me gustaría dejar claro que las siguientes líneas no son más que un artículo en el que muestro mi opinión sobre un tipo de señuelos en concreto, basándome únicamente en mi propia experiencia y como mucho en la de algunos amigos. Todo pescador experimentado debería saber que no existen verdades absolutas en este mundo, y que lo que hoy te funciona de maravilla puede no tener ninguna validez en la siguiente jornada.¡¡ Y sin más preámbulo vamos al lío!!
Hace unos 6-7 años que descubrí la pesca a spinning con paseantes de superficie. Desde el principio fueron unos señuelos que llamaron mucho la atención por todo lo leído en foros y artículos de pesca. La idea de conseguir engañar a un depredador con un señuelo surcando la superficie del agua me maravillaba, y más con la fama que tenían las picadas y persecuciones a este tipo de señuelos.
Para ser sincero, los inicios no fueron precisamente buenos, quizás por el desconocimiento de cuales eran los mejores lugares y momentos para su uso. En cambio, a día de hoy se han convertido indiscutiblemente en mis señuelos favoritos, con los cuales pesco en la inmensa mayoría de mis jornadas de pesca. No porque los use en cualquier sitio al que vaya o con cualquier especie que me proponga pescar, sino porque mi evolución como pescador me ha llevado a acabar pescando zonas y momentos en los que su uso es una de las mejores alternativas para el éxito en lo que a capturas se refiere.
Últimamente, mis amigos y yo nos hemos fijado en que ocurre algo realmente curioso cuando pescamos con este tipo de señuelos, y es que se han mostrado especialmente efectivos los colores translúcidos, sobretodo cuando lo que pretendemos es que nuestro engaño sea lo más natural posible, bien sea porque pescamos peces muy recelosos o zonas de aguas muy claras y calmas. En ocasiones la diferencia entre pescar con paseantes de colores translúcidos a otros con colores opacos ha sido tan brutal que el hecho de intentar sacar un pez con estos últimos se convertía en tarea imposible, sabiendo que la zona estaba llena de pescado porque tu compañero lanzando en el mismo lugar y con el mismo señuelo que tú levantaba peces lance tras lance. Evidentemente esto no es siempre así, y en la mayoría de los casos la diferencia entre unos y otros no es tan abismal como lo anteriormente relatado, pero sin duda si tuviera que elegir un color con el que pescar cualquier jornada de pesca sería uno que dejara pasar la luz a través de él. Para ir a lo seguro…  

Después de unos años pescando doradas con paseantes hemos llegado a la conclusión que es casi
absurdo pretender su pesca con paseantes que no sean translúcidos. Por algún motivo se muestran
particularmente efectivos con estos espáridos.

Y es aquí donde se encuentra la clave y la explicación a nuestra teoría. En el hecho que dejan pasar los rayos de luz a través de su cuerpo. Esto permite que cuando un depredador localiza nuestro engaño (que al tratarse de un señuelo de superficie siempre será visto desde una posición más baja a la del señuelo), pueda ver el verdadero color del señuelo que hemos decidido usar, mientras que si usamos un señuelo de superficie con un acabado opaco que no deja pasar la luz, al mirarlo a contraluz el depredador nunca verá un color definido, simplemente una sombra que surca la superficie. Sino probad a mirar a contraluz un pasante de colores translúcidos frente a otra de cualquier color pero que no deje pasar la luz. Lo que ocurre es que en el primer caso el señuelo siempre conserva su color original, mientras que en el segundo no importa el color del señuelo que estamos mirando, el efecto va a ser siempre el mismo, una sombra oscura. Esto nos ha funcionado mejor con señuelos de superficie, ya que son los que el depredador siempre localiza desde una posición inferior y son vistos a contraluz. Con el uso de señuelos que trabajan hundidos la diferencia no es tan clara, ya que éstos pueden ser detectados desde cualquier posición, cosa que no permite el efecto contraluz de una forma tan clara.

A la izquierda el modelo opaco, el cual apenas permite distinguir su color original. A la derecha uno translúcido en el que aunque miremos a contraluz podemos distinguir con claridad todos sus colores.

Evidentemente el efecto contraluz es solo una teoría. Nadie sabe a ciencia cierta lo que ocurre en la cabeza de un pez que le haga decidir atacar una presa o pasarla por alto. Aunque si hay una cosa clara es que (para el tipo de pesca que solemos practicar), la diferencia de resultados entre un color translúcido y uno opaco es simplemente abismal, y la interpretación más “lógica” que se nos ocurre es esta.
Felices sueltas!!

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